¿Por qué existimos?

Es esencial reconocer que el cáncer no solo afecta físicamente, sino que también desencadena una serie de desafíos emocionales. El estrés, la depresión y la ansiedad son factores significativos que enfrentan los pacientes y sus familias. Esta carga emocional se ve exacerbada por la escasez de atención psicológica especializada en el país. A pesar de la importancia de la labor de los profesionales de la psicología, solo el 0.25% trabaja en hospitales generales, y la especialización en psicooncología es limitada, con solo el 4.03% de los psicólogos titulados teniendo una Maestría en este campo.

Por lo anterior, la Asociación Mexicana de Psicología Oncológica (AMPOAC) surge para abordar estas alarmantes estadísticas, en el contexto del cáncer, una enfermedad que impacta profundamente a la población mexicana.